DIFICULTADES EN LOS MANEJOS

Todos los manejos apícolas pretenden mejorar o remediar alguna alteración en el ritmo normal de la vida de las colonias, pero es preciso tener muy presente que no siempre el éxito acompaña al no poder al apicultor actuar sobre todos y cada uno de los factores que deben concurrir para lograrlo.

Los contratiempos pueden sobrevenir lo mismo en colonias que hallemos con potencia en el momento de actuar que sobre otras mas desfavorecidas, las causas que nos pueden llevar al fracaso no son del todo coincidentes, depende básicamente de ser muy dispares los resultados de manejos iguales en apariencia sobre colonias diferentes.

Los núcleos enjambres y colonias de poca fuerza es general son muy proclives a perder la reina durante la invernada, casi todos tienen serias dificultades para mantener el calor, de poco les sirve que dispongan de una reserva de miel abundante, los que logran pasar el invierno serán muy lentos a la hora de aumentar su cría y perecerán en ocasiones por la degradación de la salud del pequeño grupo, es lógico por tanto que centremos nuestra atención solo en aquellos que tengan una actividad de piquera muy notable y que tienen una probabilidad de salir adelante grande.

Las colonias de mediana fuerza necesitan muy a menudo que el apicultor actúe para corregir su retraso y están expuestas a padecer un elevado número de fracasos consiguientes al no hallarse en condiciones óptimas para darse una reina de calidad si nosotros les eliminamos la vieja, suponiendo que ella sea la causa del retraso, es fácil que incluso dándole una enjaulada no se vean grandes progresos, una colonia poco dinámica es probable que se enfrente a enfermedades no detectadas de causa bacteriana o vírica que la imposibilita el desarrollo teniendo una tendencia a desaparecer algún tiempo mas tarde.

Las colonias más potentes que son las encargadas de darnos cosecha y abejas para nuevos enjambres podemos encontrarlas al final de la añada con las alzas mas superiores semivacias, siendo lo normal en ellas retirarlas a rebosar, a pesar de haberlas puesto en el momento oportuno y sobretodo si nos hallamos en un lugar donde la potencia melífera es grande pero la duración de las floraciones es corta y por ello cualquier alteración en el ritmo de la puesta causa una merma notable de cosecha. Pueden darse dos causas para esto: la renovación de la reina, que aunque en condiciones normales no tiene porque provocar una notable alteración en la colonia, su renovación dura unos días y pronto la nueva inicia su puesta de forma intensa, pero puede suceder que haya existido algún retraso más importante o que incluso la nueva reina haya tenido que ser sustituida por tener algún problema funcional o haber sufrido un accidente si nosotros efectuamos revisiones frecuentes y la exponemos a sufrir daños en la manipulación de los panales. La segunda causa es la formación de enjambres que causan una notable baja de abejas y cuya repercusión en la producción de la colonia es muy notable, la apicultura movilista permite remediar en gran medida esta causa con el uso de colmenas apropiadas en cuanto al volumen.

Los manejos repetitivos sobre las colonias las exponen de forma innecesaria a perder la madre por aplastamiento o incluso por ser abandonada fuera de la colmena si nos cae cuando manipulamos panales. Es conveniente mirar algún tiempo después de terminar los manejos si las colonias revisadas están tranquilas, esto sería signo de que la madre se halla en la colonia, sino es así se debe observar exteriormente la colmena por si se ha caído y entonces se hallará seguro en medio de un pequeño grupo de abejas que la rodean, siendo entonces necesario introducirla de nuevo en la colonia.

Seria muy conveniente disponer de algunos núcleos con buenas reinas que sirvieran para reemplazar aquellas otras que se pueden perder, para ello debemos proceder a reunir todo el núcleo o solo la reina en cuyo caso será introducida enjaulada.